martes, 3 de octubre de 2017

Amor diabólico.

Santiago estaba tan absorto mirando a Karina. Los gestos , la picara sonrisa, sus labios candorosos y la forma como ella hablaba, hacia que su corazón latiera aun mas de prisa , que de costumbre. 
- ¿En verdad me quieres, Santiago? - pregunto Karina, mirándolo con esos ojos que lo invitaban a perderse en el vació.
- Sabes que te quiero mucho. Yo daria mi vida por ti - respondio el muchacho, con entusiasmo , convencido de lo que hablaba.
- ¿Si te pido algo, tu lo harías? - pregunto , la chica.
- Si Karina, lo que tu digas. Eres muy importante para mi. Pideme lo que quieras y yo te lo dare -
Karina dejo escapar esa sonrisa picara que guardaba malicia. Ella sabia que podia sacar ventaja de eso. Le gustaba oir de la boca de Santiago, cuanto la amaba, cuanto la queria. Necesitaba escuchar eso para asi sentirse ,viva. Una mala idea , ahora rondaba en su cabeza. 
- Lo que quiero es muy sencillo. Quiero tener un departamento en el lugar mas exclusivo - dijo Karina, con una alegria en la mirada. 
- Amor - dijo Santiago - lo tendras , mañana mismo. Déjame hacer una llamada. - separándose y dirigiendose hacia otro lado de la habitacion, Santiago conversaba a través del celular. Al terminar, volvió hacia Karina con una sonrisa de satisfacción
- Ya esta , mi amorcito. Tu depa ya esta separado. - y la cogio entre sus brazos con fuerza mientras la besaba con pasion.
- Gracias por hacerme tan feliz , Santiago. Eres unico - 
Despues de un momento intimo, Karina se vistio rapido dispuesta a salir de la habitacion , mientras Santiago aun seguia en cama. Estaba peinandose el cabello mirandose en el espejo del baño , cuando algo punzante fue directo a su cuello. Una sustancia le habia sido suministrada por Santiago con un inyectable. Karina solo sintio como si el piso ya no existía, mientras se caía a un hoyo profundo sin fondo. Varias horas después, la muchacha desperto en una habitación de color blanco. Estaba echada, sobre una camilla conectada con una via. Se sentía algo adolorida al tratar de moverse de un lado a otro. Trato de mover las piernas, mas no podía. Se levanto de a pocos, sentándose en la camilla. Al verse, lanzo un alarido de impotencia y confusion. Sus dos piernas habian sido amputadas. En ese instante aparecio, Santiago, con una sonrisa ironica.
- Hola Karina, mi amorcito. Disculpame que no estuve aca contigo al momento que despertaste, pero queria que fuera una sorpresa. -
Karina lo miro con enojo mientras lloraba como una niña. 
- Santiago que me haz hecho. QUE ME HAZ HECHO. Destruiste mi vida -
- No amorcito, no digas eso. Yo te amo , pero no soy idiota, crees que dandote un departamento yo iba ser feliz. No. Tendras tu departamento, eso si , pero gracias a mi ingenio. Tus piernas fueron cortadas por un medico que los necesitaba para sus estudios o no se que. Llegue a un acuerdo y me pago un buen monto por ellas. Todo vale ya que quiero verte feliz.
- Santiago que te paso, no eras asi. Tu......-
- Tu me enseñaste a amarte asi, Karina. Y sabes tambien, ya no queria verte que salieras con nadie ,solo conmigo. Ahora que ya no tienes piernas,te quedaras en casa, yo te mantendré. No te preocupes por eso. Seremos muy felices ya veras, mi amor. -
Al teminar de decir eso , Santiago se retiro para luego volver con una silla de ruedas que seria desde ese dia el cautiverio de Karina, y el alivio de Santiago. Para Karina se escribiria una historia de horror desde ese momento.
Cuentacuentos para no Dormir.

Al reunirse los niños, comenzaron a contar cuentos de terror ;bajo la sombra de un arbol de la colina que quedaba cuesta arriba; de donde vivian. Los acompañaba la noche con una tenue luna sumandose los sonidos del viento frio que venia acariciándoles el rostro , despertando en ellos un escalofrio involuntario.
- Comenzare yo , mientras van pensando que contar - dijo Ana y acomodandose las trenzas, continuó - esto me contó mi abuelita cuando fui a visitarla. Ella tenia una granja y cosechaba maiz , papa , trigo y camotes. Tenia tambien vacas, unas 5 vacas. Fue lindo estar ahi...... -
- Ya puedes empezar a contar y no hacerla tan larga, Anita - interrumpió un niño obeso que estaba mirándola, disgustado. Todos asintieron con la cabeza estando de acuerdo con lo que había dicho el niño obeso. 
- Ay, discúlpenme - dijo Ana - a lo que iba, aquella vez que fui ,mi abuela me contó algo que me dio temor en salir afuera en la noche. Ella me dijo que si salia y miraba de frente al cerro que estaba frente a nosotras, una luz fuerte y brillante se encendía , de repente. En si, era como una cueva pequeña. Me dijo que eran duendes. Y le pregunte como lo sabia. Pues ella una noche salio a ver que pasaba con sus vacas. Al salir, no pudo contenerse a aquella luz y sintio una fuerza que la atrapaba. Camino hasta la luz y mientras se acercaba escuchaba risas burlonas. Ante ella , se presentaron unas personitas pequeñitas con orejas puntiagudas, la nariz fina , en la frente unos cuernos chiquitos y tenían cuatro dientes que sobresalían como de vampiro. -
- ¿Y que hizo tu abuelita? - pregunto una niña de anteojos, atenta al relato de Ana.
- Justo eso iba a decir. Continuare entonces y ya no interrumpan. Como decía ,mi abuelita llego a aquella cueva, los duendes la esperaban. En esos tiempos mi abuelita tenia un anillo de oro que mi abuelito le había dado al casarse. Los duendes miraban largo rato el anillo de oro , mi abuela apartó su mano. Antes que lo hiciera, un duende agarro su mano y corto el dedo de mi abuelita. Cuando paso todo esto , ella regreso corriendo a casa, desangrandose. Despues ya mi abuelo ,la curó. Por eso, tiene un dedo cortado y cada vez que lo vee se acuerda de esos duendes. -
Los niños al imaginar esa escena, abrigaron sus manos mas por miedo que por frio. Ahora le tocaba el turno a Braulio. Tosio un poco y sonrio picaramente - espero que esta historia los acompañe en sus sueños - dijo mirando a cada uno de sus amigos con los ojos fijos y grandes. - Esto me conto mi tio. Me conto una vez que nos quedamos sin luz junto a mi papá. Dijo que él ,una vez fue a trabajar en un colegio religioso donde habian monjas. Su horario era de madrugada. Tenia una habitacion en el tercer piso con un largo pasillo. El colegio era de 3 .pisos. Todos los trabajadores y profesores se ibana las 6 , despues en el colegio no habia nadie. Tan solo mi tio. La primera noche al revisar los salones escucho pasos detras de el , pero al voltear no habia nada. Esta sensacion le siguio a lo largo del pasillo de cada piso, pero mi tio no hacia caso. Llego a la puerta de su habitacion. Tenia que apagar las luces de todo el colegio ,excepto del primer piso . Apago todas las luces y entro a su habitacion. Trato de leer un libro y se quedo dormido. Cuando desperto, se vio con la luz prendida de su habitacion. Se levanto y apago la luz para poder descansar. En la oscuridad despues de unos minutos, escucho que tocaban la puerta , y comprendio que algun ser sobrenatural lo buscaba -
- si yo fuera tu tio, me hubiese ido ya de ese lugar. Que valiente- dijo la niña de anteojos - puedes continuar - y dandole el pase, Braulio continuo con su relato.
- Como decia , mi tio estaba ya en su cama pero tocaban la puerta. Cada vez era mas fuerte. El rosario que tenia en su cuello se lo saco y lo colgo en la puerta , despues de unos segundos , ya dejaban de tocar. Estaba por dormirse cuando la ventana ,vibro. Se levanto nuevamente y vio dibujarse el rostro de una mujer con una expresion de dolor y ayuda. Mi tio quedo espantado , salio y corrio disparado. Tomo un taxi llamo a mi papá, para que se quedara a dormir en nuestra casa. Despues se entero que esa habitacion era de una monja que se habia suicidado debido a que perdio su bebé y que ahora pedia su cuerpo de su hijo-
- Se parece en algo a la llorona de Mexico, solo que esta no decia " devuelveme a mis hijos "- dijo el niño obeso, sarcasticamente para luego reirse
Se miraron entre ellos hasta que la niña de anteojos ,de nombre. Carmen,hablo:
- Creo que ahora me toca a mi. Contare esto que me conto una vecina que era mi nana. Ella habia visto algo horrendo que sucedio en una casa. Una niña murió a causa de jugar con la ouija. Segun me dijo , la niña era tambien una de las tantas que cuidaba, solo que esta era media extraña. No tenia amigos ,no salia mucho en el dia y no iba al colegio . Siempre vestia de negro y sus padres de blanco. Mi nana una vez limpiaba el cuarto de aquella niña y encontro el tablero de la ouija. Se asusto al ver el objeto,en el cuarto de la niña. Obviamente la niña nego que era suyo y acuso a sus padres de haberlo puesto ahi. Mi nana no la creyo . Una noche al despedirse de ella le dijo que jugaria ese juego, osea la ouija , para que sus amigos le ayudaran con sus padres. Esos amigos que ella llamaba ,eran demonios. Mi nana le recomendo que no lo hiciera. Cuando se iba , mi nana , sintio que ya no la volveria a ver, tanto asi que se le salio unas lagrimas. Al dia siguiente en las noticias salió que aquella niña murio a causa de la ouija y sus padres se volvieron locos. En si, no se sabe que paso pero fue horrible .....-
- Fue muy horrible, Carmen, espero que ahora no este encantada esa casa - dijo Ana ,con la cara desconcertada.
- Sera como una maldicion como la casa de Amytiville. ¿La Escucharon? - dijo Braulio.
Todos nuevamente asintieron con la cabeza.
El niño obeso de nombre Danilo, se dispuso a sacar de su bolsillo un paquete de galletas que devoro en ese mismo instante y dijo: - Barriga llena, corazón contento, no dicen – y sonrió nervioso y prosiguió – Bueno, es mi turno ahora, ya que todos terminaron, el que queda al último siempre tiene mayor responsabilidad de cerrar con broche de oro, como dice mi mamá. Espero que este relato les impacte de una u otra forma, pero antes de contarles mi historia, tomen estos papelitos – dijo, alcanzando a cada amigo suyo, unos papelitos con algo escrito en ellos – No lo lean hasta después de terminar mi historia – advirtió, luego continuo diciendo - Esta historia es muy particular, porque es parte de nuestro barrio. Quizás, si lo saben, bien, o si no , recién se enteraran. Antes toda esta cuadra, mejor dicho, todo el distrito era un gran cementerio que se extendía desde la parroquia que se ve desde acá, miren – dijo apuntando a lo mencionado – de allí hasta la colina, era un gran cementerio. Cada casa que se construyo está llena de espíritus de esa gente que murió y los enterraron acá. No se los digo, para que se asusten, simplemente es como para que sepan …..-
-Oí algo la vez pasada de mis padres, pero creí que era mentira – dijo Carmen – pensé que era una historia más.
-Sabía algo de eso, pero fue bendecida, después todo el distrito. Sacaron los restos que quedaban y lo trasladaron al cementerio municipal que hay hoy en día – intervino Ana.
-Y los demás restos, no se han puesto a pensar, que paso con ellos- inquirió Braulio, interesado en el relato de Danilo.
-Precisamente eso les iba a decir. Los restos que quedaron, todos nuestros padres de los que estamos presentes, cada uno de ellos se reunieron y exhumaron los restos. Después, incineraron esos huesos y demás pertenencias para luego ponerlas en una urna que está en algún lugar de la casa. –
-Es muy interesante todo lo que dices Danilo, pero como sabemos que no nos mientes – dijo Braulio, sorprendido.
-Sabía también que alguien preguntaría eso. Recuerdan los papelitos que les entregue, ahora les explicare de que trata esos papelitos. Como dije los restos que incineraron nuestros padres los escondieron en algún lugar de la casa, pero sabían que los espíritus los atormentarían, así que no les ocurrió mejor idea que invocar a demonios para sus protección. Ante este pacto con estos demonios, juraron que a sus hijos les pondrían el nombre con la inicial de cada demonio y que a su vez, cada vez que necesitaran una ayuda, simplemente los invocaran cuando nosotros estemos dormidos. Ahora si pueden abrir los papelitos y ver que hay escrito ahí – 
Todos los niños hicieron lo solicitado por Danilo. Al abrir los papelitos había nombres. 
-Esto es absurdo – dijo, Braulio, botando el papelito – no voy a caer en este juego tonto – y se puso de pie.
-Braulio, no quieres saber que paso después. Creo que todos nos da curiosidad por lo que ocurrió. Siéntate por favor, y escuchemos a Danilo. – dijo Ana, con voz suplicante. - . Esto ya no es una historia, es parte de nuestra vida y la realidad. – agrego.
Volviendo a sentarse, Braulio, hiso caso haciendo un gesto de inconformidad
-Lean los papelitos y sabrán en qué demonios nos convertimos cuando dormimos – 
Ana comenzó a leer. Miro el papelito sin entender bien que pasaría.
-Azazel : Abanderado de los ejércitos del infierno – leyó nerviosa y espantada, abriendo los ojos.
-Te toca Braulio – dijo Danilo, alcanzando el papelito que había botado .
-Belial : Príncipe del engaño – leyó a regañadientes ,apresuradamente.
Carmen entusiasmada comenzó a leer : 
- Cresil: el demonio de las impurezas– al terminar, su rostro cambio y sintió una sensación extraña.
- Ahora me toca a mí – dijo Danilo, impaciente y leyó:
- Dubbiel : el angel del orgullo – creo que no está mal pero tampoco no tan bien – agrego, asustado. 
- Ahora entiendo porque me dan pesadillas cada noche. Siempre me levanto a esos de las 3 de la mañana – dijo Ana.
- Igual a mi – intervino Carmen – siempre tengo pesadillas, pero mama dice que es debido a que comí algo pesado, pero ahora todo tiene sentido –
- A mí también me da pesadillas – dijo Braulio, asustado – ahora con lo que escuche y leí, no sé si me volveré loco –
- Cálmense muchachos – ordeno Danilo – esta demás decir que también tengo pesadillas como todos ustedes, pero la pregunta es porque nosotros. Creo que deberíamos preguntar a nuestros padres – 
Los muchachos se miraron entre ellos, mas el cielo advertía una lluvia próxima que hizo espantar las ideas que tenían. Rápidamente corrieron a sus casas. Cada uno, en sus camas, daban vuelta al asunto; en sus cabezas.
Danilo sentía que debía hacer algo por sus amigos, y por el mismo también. Como dijo Ana, esto era parte de sus vidas y no de una simple historia o leyenda que les gustaba contar. Era algo serio. De puntillas, bajo la escalera, pero inevitable no hacer ruido y hacer crujir las maderas antiguas, debido al peso de Danilo. Sin embargo, se propuso a buscar la urna. Aun no había buscado en el sótano y se dirigió para allá. Bajo lentamente. Varias cajas con diversos recuerdos y demás objetos antiguos, estaban ahí ordenados. Se acerco y busco. Al ver algo brillante en medio de unas cajas, supo que había dado con lo que tanto buscaba. Era la urna, no tenia duda .Aquel mensaje que recibió aquella vez en el colegio, dentro de un sobre, tuvo razón. Aquel anónimo era confiable. Agarro la urna, la limpio suavemente. Tenía que lanzarlo por el desagüe. Pero de pronto, sintió pasos que bajaban. Los ruidos habían llegado a los oídos de sus padres. Se escondió rápidamente, detrás de unas cajas. Su corazón latía con prisa, debía dominar esa sensación. Sus padres, se acercaban a Danilo, ya se escuchaban cerca. 
-Danilo, se que eres un niño bueno y sé que saldrás de ahí – dijo el padre.
-Cariño, sal de ahí, no te haremos nada. – repuso la madre.
Temeroso, Danilo, salió de su escondite teniendo la urna en sus manos. 
-¿Qué haces con eso? – pregunto el padre, quitándole la urna. 
-Creo que lo sabe – dijo la madre.
Ambos padres se acercaron a él y lo abrazaron efusivamente. Después, iban abrazándolo tan fuerte que Danilo no pudo moverse. Pronunciaron palabras como si se tratara de una oración y vieron que el niño obeso iba tomando forma de un ser horripilante con venas hinchadas y pequeños cuernos. Su piel se torno de rojo fuego intenso y luego se extendieron alas como de murciélago. Ante ellos, estaba aquel demonio listo para atacar y unirse con los demás demonios. Tomo vuelo y salió volando rompiendo la pared. Los padres miraban con ojos de dulzura. Una dulzura que era maligna.

lunes, 2 de octubre de 2017

La cereza del pastel.



Leticia mostraba unas ansias locas de querer conquistar a aquel hombre. Su piel se encendió al escuchar su voz, llamándola. Quería sentir esos besos de esos labios, que le eran adicción. Dopada, sumisa, esclava, así se sentía al terminar de amarlo en la cama. El detalle entre ellos dos, era que solo existía placer, más no amor. Al verlo pasar por aquella avenida, volvió a surgir esos sentimientos, que alguna vez tuvo, por él. No había cambiado en nada. El pelo ensortijado con la estética sutil de su apariencia, hacían flotar a Leticia, mas con su bello rostro de ángel, la enamoraba aún más. Se acercó el hombre abrazando a Leticia y susurrándole al oído dijo:


- Te he extrañado – que hizo vibrar su cuerpo y sintió que nacía ese deseo incontrolable. Sabía que era su debilidad. El disfrutaba, saberlo.

Apartándose abruptamente de sus brazos, Leticia lanzo un suspiro y dijo:

- No has cambiado nada, Rodrigo. Aun sigues siendo ese adolescente inquieto que conocí - dijo sonriendo tratándolo de seducir. 

- No exageres, Leticia. Tú en cambio estas más provocativa, más sexy, que cualquier hombre quisiera varias noches contigo –

- Ya dejémonos de echarnos flores que parecemos desconocidos - dijo Leticia tomándolo de la mano lo llevó hacia un lugar cercano que tanto, el como ella, conocían muy bien.

- Espera Leticia – dijo Rodrigo, frenando el paso - sabes que estoy comprometido en la actualidad. Tengo hijos también y creo que es muy arriesgado lo que haremos –

A primera impresión, Leticia, sintió como un cuchillo despedazaba su corazón. Nunca se había imaginado que aquel amor que tenía por Rodrigo, jamás le iba ser correspondido. Trago saliva y dibujo una sonrisa forzada, en su rostro.

- Solo lo sabremos los dos, Rodrigo. Nadie más se enterara o es ¿que acaso no lo pasamos bien? – dijo, Leticia conteniendo la cólera que tenía.
- No demoremos, está bien. Yo también quiero volver a recordar viejos tiempos - dijo Rodrigo, que era ahora él, que tomaba de la mano a Leticia y camino de prisa cruzando el pórtico del hotel. Una vez dentro, los deseos fluyeron. Inundo de besos el cuerpo de Leticia mientras ella le decía que lo amaba y que lo amara siempre. El cruce de suspiros de los amantes reavivaba el calor de la habitación. Eran únicos en el mundo. Tras pasar un buen tiempo sin verse, era lo mínimo que necesitaban ambos, sabiendo que era prohibido. Para ellos eso, era lo excitante. Tras el termino de pasión que hubo, quedaron exhaustos. Al mirarse desnudos sabían que habían cumplido sus deseos. Rieron. Leticia se levantó de la cama. 
- Ya vuelvo – aviso a Rodrigo, no sin antes besarle y decirle algo al oído - No temas, dolerá – y camino moviendo las caderas sensualmente hasta desaparecer. Rodrigo no entendió lo último que le dijo o que se refería con “No temas, dolerá”. Pensó que era parte de un juego de palabras que escondía algún mensaje relativo al placer sexual. Determino que era esto último. Tras varios minutos, Leticia no volvía. Rodrigo se asustó y comenzó a llamarla pero no contestaba. Luego vio que apareció. La silueta de Leticia no se podía distinguir muy bien al estar apagado las luces. Aún estaba desnuda eso se podía comprender ya que su ropa seguía en el piso-
- Leticia estas bien. ¿Qué paso? – pregunto Rodrigo, con temor, mas ella no contestaba. Tras unos segundos, ella hablo:
- Te dije que no temas, que a ti no te dolerá – y fue en ese momento que Rodrigo encendió la luz. Ante sus ojos, el cuerpo de Leticia desnudo tenía varios cortes desde la punta de sus pies hasta su cabeza. Avanzaba hacia él, despacio, con un cuchillo en la mano izquierda. Lo miraba con los ojos inyectados de furia, dolor y rabia. Rodrigo espantado se arrimó a un extremo de la cama. 
- Estos cortes tú me lo hiciste. Sabías que te amaba como ninguna mujer lo hizo, pero que hiciste con eso, nada. Solo jugaste conmigo. –
- Leticia, estás loca, que has hecho. Por favor, cálmate y llamemos a una ambulancia……. –
- NO QUIERO UNA AMBULANCIA QUIERO TU CORAZÓN. QUIERO QUE TU ME AMES COMO YO A TI, NO PUEDES ENTENDER ESO. – 
Rodrigo lentamente abandono la cama y se puso de pie – Leticia, no entiendo que te paso para que te hagas algo así contigo misma. Pensé que la pasamos bien, pero veo que no estás bien del cerebro. Estos años te hicieron mal. –
Paso a paso, Rodrigo se iba acercando a la puerta. Leticia se percató de esto y fue a impedir su paso: - TU DE ACÁ NO TE IRAS.- dijo histérica – así como tengo estos cortes por tu culpa, tú también recibirás lo que te mereces, cariño malo , cariño maldito ……..- y fue cuando levanto el cuchillo en el aire con dirección al corazón de Rodrigo. Sin piedad alguna, lo apuñalo una y otra vez mientras repetía: - Cariño maldito,……. toma lo que te mereces - . Jadeaba de cansancio pero su ímpetu de furia y dolor, la cegaba. Entonces se vio manchada de la sangre de su amante y ceso. Tomo las manos de él, con dirección a sus pechos e imagino que estaba con vida. Vio en los ojos de este , reflejar su rostro cortado y maltratado. Agacho la mirada y lo beso con pasión sintiendo la sangre que brotaba de su pecho. Al terminar, se puso de pie y pronuncio:
- También de muerto, eres un buen amante – y sonrió como lo solía hacer. Con esa sonrisa lujuriosa que encantaba a los hombres.